San Pedro y su defensa del aborto legal: “La sociedad argentina ya no será la misma después de este debate histórico”
La ciudad de Bragado escribió anoche una página más para su historia en la sesión del Concejo Deliberante, al debatir un proyecto de Declaración de Beneplácito de la media sanción de la Cámara de Diputados al proyecto de ley sobre la interrupción voluntaria del embarazo, que mañana se discutirá en el Senado de la Nación.
La iniciativa, impulsada por el edil del bloque Unidad Ciudadana-PJ, Ramiro San Pedro, fue finalmente rechazada por mayoría, pero la maratónica sesión quedará en la memoria por haber registrado la presencia de ocho bancas abiertas -cuatro para respaldar el proyecto y cuatro para argumentar en su contra- y una multiplicidad de interpretaciones sobre una problemática que atañe a la salud pública del país.
La trascendencia del debate fue tal que incluso algunos de los oradores que ocuparon la banca abierta para exponer en contra del Proyecto de Resolución de San Pedro argumentaron la necesidad de su rechazo en que el Concejo Deliberante “no tiene injerencia alguna” en la definición del Congreso Nacional, pero aún así tomaron la decisión de participar del intercambio de posiciones.
Cuando le llegó el momento de tomar la palabra, sin embargo, San Pedro comenzó su discurso aclarando que no sería su intención “polemizar con algunos de los oradores que hicieron uso de la banca abierta” para manifestarse en contra de su presentación. “La sociedad argentina ya no será la misma después de este debate histórico. Esto no es un mérito de ningún dirigente, este debate es una conquista del movimiento feminista. Si no es mañana, más temprano que tarde la interrupción voluntaria del embarazo será ley”, expresó el joven edil kirchnerista.
En su extensa alocución, San Pedro advirtió que el hecho de que un amplio sector de la sociedad se haya movilizado en favor de la despenalización del aborto provoca la irritación de los sectores conservadores y cuestionó los argumentos esgrimidos en contra de la sanción de la ley. “La media sanción de este proyecto provocó la furia de los sectores más reaccionarios. Los antilegalizadores usaron para justificar su rechazo la idea de que el aborto es la muerte de un niño indefenso. Es una imagen muy poderosa”, insistió.
“Esta tergiversación del debate tiene como fin generar el rechazo de la opinión pública hacia quienes estamos a favor de esta ley. Los abortos existieron, existen y seguirán existiendo. El Estado tiene que decidir entre aborto legal o aborto clandestino. No se trata de estar a favor o en contra de la vida. Se trata del derecho de las mujeres a decidir”, sentenció San Pedro, antes de proponer que se definiera la suerte de su proyecto por medio de la votación nominal, porque ninguno de los bloques había logrado llegar a una posición unitaria. El resultado, no obstante, determinó su rechazo, por 12 votos negativos, contra 4 positivos y una abstención.