Tras el discurso de CFK, Micheli se metió en el debate por los planes sociales y pidió “no desviar el eje de la discusión”
El dirigente de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y líder del Movimiento Político, Cultural y Ecológico por la Unidad (MPCE), Pablo Micheli, se metió de lleno en el debate sobre el control político de los planes sociales, luego del discurso de la vicepresidenta Cristina Fernández, en el acto de la semana pasada en la sede de la entidad obrera, en el distrito de Avellaneda.
Allí, Cristina sostuvo que “el Estado nacional debe recuperar el control, la auditoría y la ejecución de las políticas sociales, que no pueden seguir tercerizadas”, mensaje que fue directamente recibido por las organizaciones territoriales que administran los planes.
“El peronismo no puede depender del dirigente barrial, para que me dé la alta y la baja”, insistió la vicepresidente, quien desató así un debate de alta intensidad en todo el arco político nacional.
Para Micheli, sin embargo, las palabras de Cristina no deben “desviar el eje” de la discusión sobre las políticas públicas para reducir la pobreza estructural en el país.
“Las recientes declaraciones de la vicepresidenta Cristina Fernández profundizaron el debate sobre el control de los planes sociales y los abusos de unos pocos que ven en ello un negocio”, expresó el dirigente, en una columna publicada en el sitio oficial de la CTA.
Asimismo, el dirigente de la Cuarta Sección Electoral reconoció que, tras el discurso vicepresidencial, “se desató un sinfín de miradas, muchas de ellas ratificando la postura de quienes están más alejados de la realidad de los barrios y creen que todos los males del país radican en los piquetes, ‘los planeros’ y los movimientos sociales”, que llevaron a “desviar la raíz de la discusión”.
“Los planes sociales no son más que políticas de Estado que vienen a paliar situaciones de crisis a la que miles de vecinos y vecinas, compañeros y compañeras, compatriotas han sido arrojados, primero durante el macrismo (que quintuplicó la asistencia social), y luego por la pandemia, que no sólo fue una desgracia en materia de salud, sino que puso en jaque a las economías del mundo (incluso las más poderosas)”, sostuvo.
“Nadie está en ese lugar porque quiso. Quien tiene que acceder a una ayuda del Estado está ahí porque no le dieron otra opción. Hacer tabla rasa sobre un tema tan sensible, no lleva más que a atentar contra el único ingreso que tienen hoy miles y miles de familias”, agregó.
“Generalizar los abusos de algunos vivos no es la matriz que identifica a los cientos de movimientos sociales que han estado llevando la comida a cada casa cuando se los necesitó, que se comprometieron con el plan de vacunación en plena cuarentena, que garantizaron que cada niño pueda acceder a la educación cuando las escuelas estaban cerradas”, insistió.
Y continuó: “Pero, sobre todo, porque estuvieron luchando en la calle junto al movimiento obrero los cuatro años de ajuste macrista y porque creen y sueñan con un futuro mejor de la mano de este proyecto nacional y popular”.
“Creemos que deben ser las organizaciones sociales quienes miren hacia adentro de sus estructuras y ordenen lo que sea necesario. Pero también, entendemos que no se trata ni de romantizar ni de culpar a los ‘Pobres de toda pobreza’, sino que se trata de abordar la problemática de fondo con la prioridad, seriedad y el compromiso que se merece, de convertir esa asistencia social en trabajo genuino, en posibilidades concretas”, exclamó Micheli.
Y redondeó: “Cientos de veces dijimos que el FMI podía esperar. Sin embargo, quienes están esperando, una vez más son, son los postergados de siempre”.