Contra viento y marea: Menéndez superó mil contratiempos y llegó hasta Casares para reencontrarse con Torchio
Se hizo desear, pero finalmente llegó: el presidente del Partido Justicialista (PJ) bonaerense, Gustavo Menéndez, consiguió arribar anoche a Carlos Casares para cerrar la jornada de capacitación organizada por el instituto #Incluir, varias horas después de lo previsto, por una serie de infortunios durante su viaje que por un momento hicieron pensar que su presencia estaba en riesgo.
“En otra época, quizás se nos hubiera avisado que el presidente del PJ cancelaba su visita por cuestiones climáticas. Pero hoy es distinto, y Menéndez en unos instantes más estará nuevamente aquí en Carlos Casares”, tranquilizó Ana Laffont, presidenta del Concejo Deliberante y una de las principales referentes del peronismo casarense al auditorio de la sede partidaria de Rondeau 62, colmado de militantes, simpatizantes y dirigentes justicialistas de la Cuarta Sección Electoral.
El cronograma previsto para la actividad siguió adelante a pesar de la demora de Menéndez: pasadas las 17, llegó el turno de la charla de capacitación en comunicación política a cargo de Ignacio Ramírez, sociólogo graduado en la Universidad de Buenos Aires sociólogo (UBA) y doctor en Comunicación, Cultura y Política por la Universidad Complutense de Madrid.
Pero más allá de que la exposición se extendió durante algo más de una hora, seguían sin llegar noticias del jefe del PJ provincial. El intendente anfitrión, Walter Torchio, tomó entonces las riendas de la situación y propuso un intercambio dinámico entre los referentes presentes en la sala. A partir de allí, el estrado preparado para la ocasión se convirtió en una pasarela por la que desfilaron oradores de todos los distritos de la región y más allá: el senador provincial de Unidad Ciudadana Juan Manuel Pignocco; la diputada juninense Rocío Giaccone; el último ex intendente casarense del peronismo antes de Torchio, Rodolfo Caprioli; el intendente de 25 de Mayo, Hernán Rallinqueo; entre otros.
Finalmente, y pasadas las 21, Menéndez cruzó la puerta de la filial pejotista. “Gracias por el aguante. Hoy fue un día en el que parecía que todo conspiraba en contra de mi llegada a esta ciudad maravillosa, que queremos todos, gracias a Walter que es un gran intendente”, comenzó el discurso del presidente del PJ.
Menéndez, quien además es intendente de Merlo, llegó acompañado por otro hombre fuerte del peronismo en la Cuarta Sección Electoral: el ex presidente de la Cámara de Diputados nacional, Julián Domínguez. A pesar de ser un cuadro nacido y formado al calor del Conurbano, la joven gestión del merlense al frente del peronismo de la Provincia asombra por un marcado viraje hacia el Interior bonaerense, toda una novedad frente a la histórica centralización en las Primera y Tercera secciones electorales.
El chacabuquense Domínguez, a su turno, reconoció que Menéndez enfrenta un desafío de magnitudes sin precedentes para el peronismo provincial. “Quiero expresar mi más sincero reconocimiento a los compañeros que tienen la difícil tarea de conducir en este difícil momento al peronismo de la Provincia de Buenos“, sostuvo el ex ministro nacional de Agricultura, durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner.
“Debo decir que mejor no lo podrían haber hecho, tuvieron que reconstruir el sentido histórico del peronismo y ponerlo en valor en este siglo XXI. Si uno tiene algo para aportar lo puede hacer desde la experiencia. Y es la experiencia reciente la que nos indica que no puede haber un proyecto nacional que no incluya al sector del campo”, admitió Domínguez.
“En nuestro gobierno se ha producido la más importante revolución productiva de cereales y oleaginosas de la historia argentina. Tenemos que aprovechar esa experiencia, porque con ese sector en plena etapa alza, nosotros tuvimos una pésima relación”, expresó, autocrítico, en relación a la crisis con las cámaras agrarias, que tuvo lugar hace exactamente una década. “Nos necesitamos entre todos, no sobra nadie y faltan muchos. Creo que ese es el camino que nos llevará a la victoria”, remató.
Concordia
Una vez frente al micrófono, Menéndez se tomó varios minutos para disculparse con quienes lo habían esperado durante largas horas con ansias. “Es increíble todo lo que nos pasó hoy. Se rompió el auto que nos traía. Por suerte, nos encontramos con Julián, que también venía para acá, y nos pudo traer”, explicó. Inmediatamente, se concentró en el discurso que había diseñado para la jornada.
“Dentro del PJ de la Provincia seguimos trabajando para construir una unidad, pero una unidad que no sea boba, sino que sea una unidad real, no uniforme, por supuesto, porque no somos todos iguales. Esas contradicciones que nos definen no tienen que separarnos. Debemos alcanzar la concordia, como dice el Papa Francisco, es decir, la igualdad en la diversidad”, argumentó.
Luego, dedicó un párrafo especial a la figura de Torchio, que en los últimos tiempos, con la venia de Menéndez, se convirtió en una suerte de faro para el peronismo del Interior y particularmente de la Cuarta Sección. “Me habían hablado muy bien de él, pero recién cuando lo conocí me di cuenta del pedazo de dirigente que tienen aquí en Carlos Casares. El día que Walter no esté más como intendente, seguramente todos lo van a extrañar”, reflexionó.
Finalmente, Menéndez se abocó en el tramo final de su alocución a cuestionar las políticas de Cambiemos y a resaltar la importancia de la propuesta de #Incluir para dinamizar el partido. “¿Y qué me dicen del escándalo de los aportes truchos a la campaña de Cambiemos? Estos que levantaron las banderas de la transparencia, ahora quieren que nos callemos con esto. Quieren que nos callemos también frente al que ha sido el mayor fracaso del gobierno, que fue la vuelta al FMI. No les importa la verdad, les importa lo que la gente crea. Y, además, utilizan el término ‘gente’, que es muy gorila, mientras que nosotros hablamos del Pueblo”, resaltó.
Y concluyó, en referencia a la necesidad de fortalecer la estructura del Partido Justicialista: “Para que nuestros militantes sean leales los dirigentes deben ser heroicos, es decir, que no se vendan, que vayan al frente, que hagan lo que el pueblo les reclama”.