Crisis en el Concejo: advierten sobre un caso de incompatibilidad de cargos en una de sus autoridades
Apenas van transcurridos tres días del nuevo año, pero el Concejo Deliberante de Chivilcoy vive por estas horas su primera gran crisis. Ocurre que desde el oficialismo (1País), con el apoyo del bloque Cambiemos, denunciaron públicamente una supuesta violación a la institucionalidad del órgano deliberativo y reclaman a la presidenta del cuerpo, la peronista Claudia Bogliolo, que tome cartas en el asunto.
El conflicto tiene su origen en la designación de las autoridades del Concejo, más precisamente alrededor de la elección de Carolina Di Nápoli, propuesta por Unidad Ciudadana, para ocupar la Secretaría del cuerpo. Pero desde el bloque que responde al intendente Guillermo Britos, junto con los concejales macristas José Ferro y Lourdes Zaccardi, advirtieron que para que Di Nápoli pueda cumplir con su nueva función debe hacerse oficial su pedido de licencia en el Juzgado de Familia N° 1 de Mercedes, trámite que hasta el momento -reconocen en el Concejo- no se ha concretado.
Aún más, dicha presunta incompatibilidad de cargos obligó a Bogliolo a suspender la sesión que estaba prevista para el jueves pasado, hasta tanto se resuelva la situación. Por lo pronto, desde 1País y Cambiemos ya fijaron postura. “El Concejo Deliberante está sufriendo una incompatibilidad por la licencia de su secretaria, que hasta el día de hoy no llegó, desde el momento en que los concejales de Unidad Ciudadana y Cumplir la nominaron como tal. Esta irregularidad no nos permite funcionar, estamos en inacción”, declaró el ex presidente del cuerpo y actual edil britista Lucas Burgos, según publicó el diario chivilcoyano La Razón.
Por otra parte, Burgos responsabilizó a su sucesora en el cargo, Bogliolo a quien acusó de tener “un doble discurso” a la hora de pronunciarse sobre el caso Di Nápoli. “No hay una decisión concreta de parte de la Presidencia del Concejo, porque hay un doble discurso y debemos decirles a los vecinos la verdad, hay un funcionario que, como se dice comúnmente en la calle, está flojo de papeles”, insistió.
Un paso más allá fueron los ediles de Cambiemos y directamente elevaron una nota a la Presidencia para solicitar la suspensión del nombramiento de Di Nápoli. “Adelantamos, que es necesaria la revocación de la designación de la secretaria, y le solicitamos tenga a bien a cumplir con sus deberes de Presidente concedidas en la Ley Orgánica de la Municipalidad”, advirtieron los representantes del macrismo en Chivilcoy, en uno de los párrafos de la misiva.
Desde Unidad Ciudadana, en contrapartida, reconocieron que existe una “demora inexplicable” en el curso de la licencia correspondiente, aunque acusaron al gobierno municipal de haber utilizado el caso como “maniobra” política. “(El trámite) se está demorando inexplicablemente, pero ese acto administrativo no puede estar por encima del derecho a ejercer un cargo electivo, porque se han cumplimentado todos los pasos que debían darse para que la licencia que solicitó al Poder Judicial sea otorgada”, sostuvo el concejal kirchnerista Fernando Poggio, en declaraciones al sitio web De Chivilcoy.
“También me sorprende la actitud de los concejales de Cambiemos, que se suman a esta maniobra del oficialismo local. Y lo más penoso es escucharlos hablar de institucionalidad o de ética a quienes defendieron el saqueo a nuestros abuelos con la reforma previsional y como el caso de José Ferro que, en declaraciones públicas, dijo que ser jefe de Pami y ser concejal era incompatible pero no hemos visto todavía que haya renunciado a uno de los dos cargos”, remató Poggio.
Más allá del juego de declaraciones cruzadas, la controversia por el caso Di Nápoli ha dado rienda suelta a la reconfiguración del mapa político chivilcoyano, que parece ahora enfrentar a dos fuerzas poderosas, al menos en la disputa actual: por un lado, el intendente Guillermo Britos y Cambiemos; por otro lado, el randazzismo (Cumplir) y Unidad Ciudadana.