Ariel Franetovich: “No puede subestimarse así a Randazzo, se acordaron tarde de pedir la unidad”

El ex intendente de Chivilcoy, Ariel Franetovich, dialogó en exclusiva con La Quarta, cuando restan pocas horas para que venza el plazo de oficialización de los frentes electorales que participarán en los próximos comicios legislativos.

Franetovich, quien ocupó la jefatura comunal de su ciudad entre 2003 y 2009 -año en el que renunció para asumir como ministro de Asuntos Agrarios de la Provincia de Buenos Aires-, es, además, hombre de máxima confianza del ex ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo y uno de los principales promotores de su candidatura a senador nacional por el Partido Justicialista (PJ).

En pleno clima de tensión con el sector ligado al kirchnerismo por la definición de la estrategia electoral, el ex diputado bonaerense (2011-2012) cuestionó la negativa de la ex presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, de competir contra Randazzo en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) y buscar aislar al PJ a través de la formación de un frente alternativo.

Por último, analizó su paso por la función en el área de Transporte nacional, tanto como interventor de la Comisión Nacional para la Regulación de Transporte (CNRT) como titular de la Administración de Infraestructura Ferroviaria (ADIF), y descartó volver a ser candidato para un cargo electivo en el plano local. “Es una etapa cumplida”, aseguró.

-Hoy cierra el plazo para la presentación de frentes electorales y en los últimos días desde el kirchnerismo adelantaron que si Randazzo insiste con su idea de ir a las PASO y no acordar la unidad con Cristina Fernández de Kirchner, pondrían en marcha una estrategia para aislarlo y dejarlo afuera del Frente. ¿Qué va a ocurrir durante esta jornada?

-Ya a esta altura está definido que la intención de la ex Presidenta es ir a las elecciones con un espacio propio, dejando afuera al peronismo y a Florencio sin la posibilidad de competir en las PASO, sea contra Cristina o sea contra el candidato que el kirchernismo decida.

Es lamentable, porque no puede ser una excusa para negarse a las PASO el hecho de que el potencial competidor del kirchnerismo supuestamente no mide en las encuestas. La propia Cristina en su momento defendió con énfasis esta herramienta y ahora no la estamos aprovechando.

Desde un primer momento, las PASO fueron una alternativa muy positiva, principalmente para terminar con los aparatos políticos. Pero así son las cosas, seguimos cometiendo los mismos errores, porque más allá de las intenciones de cada dirigente es importante que los candidatos salgan fortalecidos de una PASO, en las que cuenten con el aval no sólo de los votantes de su propio partido, sino también de aquellos electores independientes.

Es una pena, porque vuelve a suceder lo que ocurrió en 2015, cuando nosotros dijimos -e incluso Florencio lo sostuvo- que si hubiera habido una interna entre Scioli y Randazzo de cara a la elección presidencial, el ganador hubiera salido más fortalecido. Aunque eventualmente hubiese sido Scioli.

-¿Pero en 2015 no fue Randazzo quien renunció a la PASO luego de que Cristina nombrara a Carlos Zannini como el candidato a vicepresidente de Scioli?

-La realidad es que en un comienzo a Florencio se le abrieron las puertas e incluso se lo alentó a que dijera públicamente que iba a presentarse como precandidato, pero a último momento, de un día para el otro, se le dijo que no.

Sin dudas, se trató de una falta de respeto, porque estamos hablando de un dirigente político de raza, un hombre que ha hecho de su vida una carrera política. Randazzo no era un novato, al que le negaron la oportunidad de ser candidato a Presidente. No se puede subestimar así a un dirigente de su estatura, que siempre fue al frente para defender todas y cada una de las acciones del gobierno nacional y popular. Aun cuando las cosas no resultaron fáciles.

Tanto Florencio como yo y otros tantos dirigentes provenimos del Interior y para nosotros fue muy difícil salir a bancar los trapos, por ejemplo, en el conflicto con el campo. Y lo cierto es que en los últimos tiempos, las decisiones se han tomado en ámbitos muy cerrados. En las elecciones pasadas, sin ir más lejos, el mayor porcentaje de los nombres que integraron las listas era de La Cámpora.

Creemos que se acordaron tarde de reclamar la unidad. Ahora, lo que estamos discutiendo es avanzar en la apertura del peronismo a nuevos dirigentes, porque si bien es cierto que Cristina es hoy quien más mide, también lo es que está registrando un techo y es muy difícil que lo pueda superar. Es a partir de allí que pedimos que se conceda más espacio a nuevos dirigentes, porque lo que debemos hacer es formar cuadros de cara al futuro. Y eso es lo que estamos haciendo junto con Florencio.

-Algunos comentaristas políticos especularon con que podría haber una negociación de última hora entre ambos sectores. ¿Lo ve como algo posible o le cierra la puerta definitivamente?

-Randazzo fue muy claro y la semana pasada lanzó su propio espacio, llamado “Cumplir”, y va a seguir cumpliendo con su palabra. Así como en 2015 dijo que si no era candidato a Presidente se retiraba a su casa, hoy está diciendo que va a participar en las PASO. Y lo va a cumplir.

-En algunas entrevistas que brindó para los medios de su ciudad, descartó volver a ser candidato. Incluso llegó a decir que “no sería apropiado” volver a presentarse. ¿Continúa con esa idea o cambió de parecer?

-Mi única intención hoy es apoyar a Florencio y dar una mano desde mi experiencia a aquellos dirigentes de la Provincia que puedan traccionar en su favor. Esa es mi función actualmente y por eso abrimos un espacio junto con las personas que me apoyan en Chivilcoy para juntar los avales para su candidatura.

– ¿No le seduce la posibilidad de volver a ser concejal o intendente de su ciudad?

-No, para nada. Es un ciclo cumplido. Fui intendente ya en dos períodos y tuve el orgullo de ser reelegido, en 2007, con más del 73% de los votos. Pero son etapas de la vida y de la política que ya están superadas. No aspiro a ocupar un cargo nuevamente. Tanto a nivel local como nacional, lo que queremos es que las cosas se hagan bien, independientemente del dirigente que esté al frente de la conducción.

Es evidente que si las cosas estuvieran bien en la Argentina, no estaríamos tan entusiasmados con la participación de Randazzo. Hoy nuestras energías están puestas allí y no hay lugar para pensar en otras cosas.

-¿Cómo evalúa su paso por la CNRT y la ADIF? Le tocó asumir en un momento de fuerte cuestionamiento a la política estatal en materia de transporte y particularmente ferroviario. Incluso responsabilizaron a su gestión y a la de Randazzo por la demora en el restablecimiento del servicio Constitución-Mar del Plata.

-Fue una experiencia muy exitosa y sería fantástico que se repitiera. Como ministro del Interior y Transporte, Florencio había prometido recuperar los ferrocarriles, que cuando asumimos el área estaban prácticamente muertos.

En muy poco tiempo, se logró resucitarlos, haciendo obras en todo el país, adquiriendo trenes nuevos y poniendo de pie el sistema en el área metropolitana. Siempre va a haber cuestionamientos, pero lo cierto es que en apenas dos años llevamos adelante una tarea que será muy difícil de repetir, en un período de tiempo tan corto.

Con el tema del tren a Mar del Plata, lo que hubo fue una falla con unos durmientes. De cinco proveedores con los que trabajábamos, tuvimos problemas únicamente con uno. Es cierto que recibimos unos durmientes con algunas fisuras, pero cabe recordar que fui el primero en denunciarlo durante mi gestión. Inmediatamente, rescindimos el contrato y ejecutamos la póliza de seguro.

Luego, el gobierno actual decidió dejar sin efecto esa rescisión, pero no cabe duda de que nosotros siempre actuamos en función de garantizar la seguridad de la obra. De cualquier manera, nada de eso impide que el tren circule, como se publicó en un medio nacional (N. de R.: ver “Durmientes rotos, claves del frustrado intento de llevar el tren a Mar del Plata”, publicado en La Nación, el lunes 8 de mayo pasado).

Aquí hay una cuestión netamente política, que tiene que ver con que el gobierno no está dispuesto a dar impulso al transporte de larga distancia de pasajeros, porque ello implica que el Estado debe subsidiarlo. Pero eso ocurre en todas partes del mundo.

Está claro que lo que deja ganancias es el transporte de cargas, mientras que en el caso de los pasajeros el Estado debe hacerse cargo del servicio. Esta es la verdad. Ahora, en lo que respecta estrictamente a nuestra gestión, cuando nos fuimos dejamos unos 30 o 40 contratos de obras, los cuales fueron todos sometidos a revisión.

Personalmente, me parece bien que así sea, y de hecho lo que me deja tranquilo es que ninguna de las obras que dejamos en marcha fue dada de baja posteriormente. Lo propio hice en la CNRT, en donde mi paso se caracterizó incluso por un exceso de control.

En pocas palabras, me siento muy satisfecho por todo lo que realizamos: más de 1.200 kilómetros de vía renovados -particularmente, el tramo Buenos Aires-Rosario-, se incorporaron más de 20 empresas a trabajar en el sector, instalamos un obrador en cada pueblo alcanzado por la traza de los rieles, y demás. Todas y cada una de las personas que vive en esos lugares, saben de lo que estoy hablando.

-En Chivilcoy cuentan que si bien usted aceptó en su momento ir a Buenos Aires tras el llamado de Randazzo para incorporarse al área de Transporte, extrañaba la vida en su ciudad. ¿Es así?

-Siempre viví en Chivilcoy. Aun trabajando en Buenos Aires, los fines de semana me encontraban siempre en la ciudad. Pero es algo que acostumbraba a hacer ya desde mi época de estudiante (es abogado). En Chivilcoy tengo a mis amigos, mi gente, el fútbol del fin de semana.

Por eso me provoca felicidad cuando se llevan a cabo mejoras para mi ciudad, independientemente de quién sea el intendente. Hoy, mi inquietud central pasa por defender el parque industrial que logramos ampliar durante mi período de gestión al frente del municipio.

De las 41 hectáreas que ocupaba el parque cuando iniciamos, en 2003, conseguimos llevarlas a 84 hectáreas, antes de dejar el municipio en 2009. Es un espacio que se pobló de un gran número de nuevas empresas y ver hoy que están en peligro todas esas fuentes de trabajo, no puede sino causarme muchísima preocupación.