El kirchnerismo local cuestionó el proyecto para terminar con la obligatoriedad de las vacunas
Los precandidatos a concejales de Junín por Unidad Ciudadana, Maia Leiva y Fernando Crocco, rechazaron ayer el proyecto de ley presentado a nivel nacional por la diputada del Pro, Paula Urroz, para eliminar la obligatoriedad de la aplicación de vacunas en el país.
“El gobierno nacional quiere destruir el mejor sistema de vacunación del mundo, que evitó de miles de muertes infantiles. El proyecto de ley del partido del presidente Macri propone habilitar que los padres tengan la posibilidad de rechazar la vacunación a sus hijos. Esto se inscribe en un contexto de ajuste al sistema sanitario, es decir, ahorrar dinero con la salud de nuestros chicos”, expresó Leiva, quien tiene mandato vigente como concejal y buscará renovar su banca en las próximas elecciones legislativas.
“Como ha sucedido con las bajas a las pensiones para discapacitados, o con las bajas a las becas del programa Progresar para jóvenes de escasos recursos, una vez más el gobierno prioriza la planilla de cálculo para que cierren los números, sin importar las personas que quedan afuera”, aseguró la edil del kirchnerismo.
Por su parte, Crocco -de profesión médico y ex titular de PAMI Junín- calificó la iniciativa de “insólita” y aseguró que la misma “afectaría la aplicación del Calendario de Vacunación Obligatorio que rige en el país, y que es uno de los mejores a nivel mundial”. “Con este Calendario, se previenen enfermedades como la polio, la meningitis y varios tipos de hepatitis. Incluso, el sarampión y la rubeola, que han resurgido justamente por la aparición de grupos antivacunas en Estados Unidos y Europa”, explicó el precandidato a ingresar al Concejo Deliberante.
“Autorizar a los adultos mayores o responsables a rechazar la aplicación de una vacuna a sus hijos puede producir un desastre sanitario. No se trata de una decisión que puede tomarse en forma individual, porque el problema afecta a toda la sociedad. Es una locura que ojalá no prospere”, finalizó.
La iniciativa, propuesta por Urroz en el transcurso de la semana pasada, se halla en línea con una tendencia de pensamiento antivacunas que viene ganando espacios en algunas zonas de Estados Unidos y Europa, y que ya ha ocasionado consecuencias graves, como brotes de enfermedades que se creían erradicadas, tales como el sarampión.