Miranda reunió a productores y funcionarios para exponer su proyecto de fomento a la actividad apícola
El diputado provincial de Juntos, Valentín Miranda, encabezó ayer una reunión virtual con más de 100 productores apícolas y responsables de las áreas de Producción de municipios bonaerenses, para dialogar sobre su proyecto para crear un “régimen integral para la protección, fomento y desarrollo de la actividad”.
Entre los objetivos, la iniciativa impulsada por Miranda busca “generar trabajo genuino y divisas, posibilitar el crecimiento de productores familiares, pequeños y medianos y a todos los eslabones de la cadena, y ayudar al cuidado del ambiente”.
Del encuentro participaron productores y funcionarios de los distritos de Bragado, Necochea, Tres Arroyos, General Villegas, General Pinto, Rivadavia, Carlos Casares, 9 de Julio, Ayacucho, Saavedra, Pila, Moreno, Dorrego, Lincoln, Pehuajó, Lobería, Ramallo, Miramar, Bolívar, Tapalque, Merlo, Los Toldos, Alvear, Torquinst, Laprida, Alberti, Luján, Tres Lomas y Trenque Lauquen.
Además, el titular de la Dirección Apícola del Ministerio de Desarrollo Agrario de la Provincia, Ariel Rodrigo Guardia López; el diputado provincial de Juntos, Emiliano Balbín; y Emilio Cordonnier, intendente de Ayacucho.
“Fue un encuentro fructífero con un interesante ida y vuelta con productores y funcionarios donde ellos pudieron dar su visión de distintos puntos que incorpora la iniciativa y fortalecieron con su perspectiva lo que creo que terminará siendo el texto final”, señaló Miranda.
“Los productores, en particular aquellos que tienen emprendimientos familiares, se sienten acompañados y creen que con esta ley podrían mejorar su producción a partir de las nuevas herramientas que se pondrían en marcha, además de darles un lugar de interés siendo que se trata de un segmento que genera importantes ingresos y un gran movimiento en la provincia”, agregó.
En su articulado, la iniciativa busca declarar a las abejas melíferas como “insectos útiles y benéficos”, con la premisa de garantizar “su protección y preservación como agentes polinizadores, con el doble propósito de sostener y acrecentar la producción de miel y subproductos, y de conservar el ambiente”.
El régimen propuesto por el proyecto apunta a “promover la sustentabilidad de la producción apícola en un marco de equilibrio con el resto de las producciones agroindustriales”.
Asimismo, postula la necesidad de “fomentar estrategias de desarrollo que preserven la biodiversidad, difundir los beneficios de la producción racional acorde a prácticas y técnicas actualizadas que permitan la inspección de las colmenas y su adecuado manejo, propendiendo a la adopción generalizada de sistemas de gestión de la calidad e inocuidad”.
En la misma línea, el texto sostiene la importancia de “propiciar nuevos hábitos de consumo y utilización de los productos de la colmena en la comunidad” y “propender al desarrollo y elaboración de productos apícolas con fines alimenticios, farmacológicos, cosmetológicos y otros a través de la experimentación a campo e investigación científica”.
Una vez sancionada la norma, las autoridades podrán iniciar “un proceso de registro de ubicación territorial de apiarios con cantidad de colmenas instaladas que servirá para coordinar acciones entre los sectores públicos y privados con la firma de convenios de promoción, difusión, asistencia técnica, financiera y control de toda la actividad apícola”, según destacó Miranda.
Además, el gobierno bonaerense podrá “implementar políticas relacionadas con el comercio exterior de los productos apícolas a través de un programa sostenible, en conjunto con otras instituciones públicas de la Provincia de Buenos Aires”.
Por otro lado, el Fondo Provincial de Protección, Fomento y Desarrollo de la Apicultura tendrá la posibilidad de “realizar aportes económicos para la compra de material vivo e insumos; financiar total o parcial para la incorporación de capital de trabajo o bienes de capital en la cadena de valor apícola; y atender contingencias climáticas, sanitarias o de mercado, entre otros beneficios”.
También se incluye la posibilidad de contemplar en el calendario escolar actividades vinculadas a “estimular e incentivar el conocimiento sobre los beneficios ambientales, climáticos y sociales de la apicultura”.