Camino a 2023: el radicalismo recupera terreno en 9 de Julio y se encamina a liderar Juntos
El día después de las PASO ya comienza a preconfigurar el nuevo escenario político de las comunas, de cara a una nueva disputa por el poder municipal, en 2023.
En 9 de Julio estuvo el epicentro de un posible cambio de época, a raíz de la derrota en la interna de Juntos del precandidato del PRO, apoyado por el intendente Mariano Barroso, a manos del radicalismo, con un ascendente “Nacho” Palacios a la cabeza.
La deslucida performance del Frente de Todos, que esta vez en formato de unidad -luego de la cuádruple interna de 2019-, tampoco pudo siquiera hacerle sombra al oficialismo, apenas alcanzó para maquillar el traspié del municipio en una primaria en la que se jugaba algo más que una parada previa a una batalla legislativa.
Con la victoria de Palacios -9483 a 7219, según el recuento provisorio-, comienza a revertirse la hegemonía PRO dentro de la alianza de gobierno, después de seis años: más precisamente, desde el triunfo de Barroso en la PASO de 2015 sobre el entonces intendente radical Walter Battistella.
La puja interna tuvo, sin embargo, su capítulo de máxima tensión política en 2019, cuando el radicalismo se topó con la negativa del PRO a abrir la PASO por la intendencia, en su pedido a viva voz para volver a dirimir en interna abierta la candidatura de la general, tal como había sucedido en 2015.
En la definitiva de octubre, Barroso se subió a la ola de la levantada del entonces Presidente Mauricio Macri y consiguió retener el municipio, contra un peronismo que se había mostrado dividido en la primaria.
Ya en las internas partidarias de este año, “Nacho” Palacios había dado el primer aviso a la Municipalidad, al derrotar en la disputa por el Comité al exconcejal Javier Fernández, apoyado desde el silencio por Barroso. Anoche, las pretensiones de la UCR de volver a timonear la oposición local se confirmaron de manera definitiva.