Britos defendió su propia “herencia” y aseguró que los números de la Municipalidad “son extraordinarios”
El intendente de Chivilcoy, Guillermo Britos, participó ayer de la mesa del programa Laboratorio Electoral, que se emite por la señal televisiva de Canal 9, y analizó el escenario político de su municipio, de cara a los próximos cuatro años, con el Frente de Todos gobernando en Provincia y Nación. En una de sus intervenciones, el jefe comunal chivilcoyano defendió la administración de su primer mandato y aseguró que, tras doce años de gestiones peronistas que lo precedieron, la Municipalidad “quedó quebrada”.
“En 2015 recibí la Municipalidad quebrada. Veníamos de doce años de gobierno del Frente para la Victoria y me tocó enfrentar a Florencio Randazzo en Chivilcoy, con todo lo que ello implica. Recibí el municipio con $300 en la caja y $40 millones de obligaciones para antes del 31 de diciembre. En 21 días tuvimos que hacer magia”, sostuvo Britos, al mismo tiempo que trazó una brecha con su propia “herencia” económica a nivel local, de cara al inicio de su segundo mandato, el próximo 10 de diciembre. “En este caso, la herencia que recibo es mía y es extraordinaria, las cuentas están saneadas. La Municipalidad ha mejorado muchísimo”, afirmó.
Por otra parte, al momento de referirse a sus expectativas de cara al inicio del gobierno de Axel Kicillof en Provincia, pidió que el flamante jefe del Estado bonaerense se parezca más a la saliente María Eugenia Vidal que al último mandamás justicialista, Daniel Scioli.
“A nivel provincial, soy crítico de la gestión de Scioli, y reconozco a la gobernadora Vidal ha cambiado una visión de ayudar siempre a los amigos. En estos cuatro años, he sido opositor durante toda la gestión y recibí las mismas obras que todos los intendentes. Hago la salvedad, porque con el gobierno nacional no ocurrió lo mismo. Macri discriminó claramente a los municipios que quiso discriminar, entre ellos al mío”, sostuvo Britos, que compartió la mesa del programa junto a su par de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, y el dirigente massista Sebastián Galmarini.
Finalmente, confió en que con el cambio de color político en Nación se produzca un giro en las prioridades en favor del sector industrial, que permita reabrir las puertas de la fábrica de calzados ex Paquetá, que cerró el último día de 2018. “Hay que apostar a que Alberto Fernández y su equipo acierten con las primeras medidas económicas. Tuvimos el cierre en 2018 de la fábrica más importante de Chivilcoy, que se fue y nos dejó 592 empleados en la calle. Tenemos que trabajar también, en conjunto con el gobernador y el Presidente que eligieron los vecinos, en temas industriales y productivos”, insistió.