Por falta de quórum, fracasó el tratamiento en el Concejo de la Ordenanza Fiscal e Impositiva
El “fuego amigo” en el Concejo Deliberante de Lincoln volvió a jugarle una mala pasada al intendente Salvador Serenal. Cuando confiaba en que amanecería hoy con la noticia de que la Ordenanza Fiscal e Impositiva de 2019 contaba ya con media sanción, la realidad terminó siendo completamente esquiva a sus intenciones.
Anoche, debía celebrarse la sesión autoconvocada, destinada a tratar el proyecto que fija el esquema de valores de las tasas municipales con respecto al ejercicio venidero, pero el intento fracasó por falta de quórum. La sala deliberativa ofreció una postal de bancas vacías, a raíz del “faltazo” de los cinco concejales del bloque Unidad Ciudadana (Bernardo Baccello, Martín Folcia, Gastón Giaccone, María Curti y Mercedes Ruffa) y las tres representantes de la bancada PRO-Cambiemos (María Inés Smith, Eugenia Bozzone y Mercedes Parma), que desde hace tiempo dejaron de responder a los intereses del oficialismo en la comuna.
La reunión estaba pautada para las 20, pero pasadas las 21, la presidenta del Cuerpo, Patricia Galinelli, decidió darla por cancelada y en principio se llevaría a cabo esta tarde, si es que finalmente se alcanza el número mínimo de ediles exigidos para sesionar. Desde la bancada kirchnerista justificaron su ausencia en “la falta de tiempo” para estudiar detenidamente las proyecciones enviadas por el Departamento Ejecutivo.
En el caso de la bancada PRO-Cambiemos, no es el primer desplante hacia Serenal que encuentra a sus integrantes en el bando de los autores materiales. De acuerdo con lo establecido por la normativa vigente, si llegado el caso hoy se reitera la situación de falta de quórum, la presidenta del Concejo tendría la facultad para exigir que los ediles ausentes sean trasladados hasta el recinto por la fuerza pública.