Cruces en el Concejo: Pico aseguró que un concejal de Cambiemos le pidió que retire su pedido de interpelación por un funcionario denunciado por acoso
Lo que parecía ser una sesión preparatoria más, para presentar el proyecto de Ordenanza Fiscal Impositiva 2019 en el Concejo Deliberante de Bragado, terminó siendo una discusión eterna, en las que no faltaron los “trapitos al sol” y que, por momentos, rozó el escándalo.
Cuando los concejales se disponían a votar la presentación del nuevo esquema de tasas municipales, presentado por el Departamento Ejecutivo, para ser derivado a la Asamblea de Mayores Contribuyentes, inesperadamente la discusión se corrió de su eje y salieron a la luz pública desde las bancas los entretelones de la polémica que tuvo lugar hace más de dos semanas, alrededor del último pedido de prórroga de parte del intendente Vicente Gatica para la presentación del proyecto de Presupuesto 2019.
Tal como informó La Quarta, todo comenzó el 6 de diciembre pasado, cuando los ediles del bloque de Unidad Ciudadana (Ramiro San Pedro, Fernando Maidana, Natalia Schilizzi, Guillermina Lhospice y Germán Marini), junto con los concejales Emmanuel Aramendi (Frente Justicialista) y Laura Pico (UCR), comunicaron en conferencia de prensa que no asistirían a la sesión extraordinaria convocada para esa misma tarde, en la que se iba a debatir el pedido de prórroga, y denunciaron supuestas “manejos desprolijos” en el llamado de parte del presidente del Cuerpo, Aldo “Titi” Expósito.
Luego, desde el propio bloque oficialista de Cambiemos dejaron entrever que el edil Aramendi había intercambiado mensajes con el jefe de la bancada, Fernando Neri, a partir de los cuales pedía que la presidencia convocara a una sesión extraordinaria para tratar algunos temas pendientes, a cambio de acompañar el pedido de prórroga del oficialismo.
Pero la discusión se enturbió cuando la concejal Pico reveló que parte de esa negociación habría incluido un pedido de parte de Neri para que no firmara el despacho de la solicitud de interpelación al Departamento Ejecutivo por el caso de Leonardo Silingardi, director de Juventud y Derechos Humanos, involucrado recientemente en denuncias por presunto acoso. “Sinceramente, me siento muy incómoda, pero me trajeron de los pelos a hablar de esto. Yo no pedí nada, pero a mí sí me pidieron”, exclamó Pico.
Por su parte, Fernando Neri rechazó tajantemente sus afirmaciones y acusó a la edil de “faltar a la verdad”. Incluso, llegó a leer desde su banca los mensajes que había intercambiado con Emmanuel Aramendi. “El 30 de noviembre pasado, a las 9.54 horas (…) envié un audio a los presidentes de los bloques y sólo me respondió Aramendi. A las 9.58, me dijo: ‘Fernando, dame un rato que te llamo’. A las 13.53, recibo el siguiente mensaje: ‘Te mando un resumen de lo que acordamos (…) y hay consenso de que para acompañar el pedido de prórroga, se solicita previamente una sesión extraordinaria, cuyo orden del día incluya todos los proyectos despachados hasta la fecha”, aseguró Neri.
Y agregó: “Estoy grande para que me tomen por estúpido y mentiroso. La conversación que tuvimos con la concejal Pico incluyó el tema del expediente del funcionario Silingardi y le ofrecí que si quería avanzar, que lo hiciera, con ese y con cualquier otro expediente. Los concejales de la oposición condicionaron la aprobación del pedido de prórroga a este mensaje que acabo de leer. Lamento haber tenido que llegar a esto”.
De poco sirvieron las intervenciones del flamante jefe del bloque kirchnerista, Germán Marini, quien intentó -sin éxito- explicarles a los concejales que estaban librando la disputa dialéctica que sus pares de Unidad Ciudadana-PJ no tenían “ninguna intención de participar de la interna de Cambiemos”. “Vinimos aquí por la Ordenanza Fiscal Impositiva. No queremos seguir siendo testigos de la interna de Cambiemos, como nos ocurre desde hace un año”, advirtió. El intercambio, sin embargo, se extendería por un largo tiempo más.