Gatica no pudo frenar a tiempo el conflicto y los municipales van al paro mañana
La semana pasada, se vio circular por los pasillos del Palacio Municipal de Bragado a los tres jefes de los gremios que representan a los empleados municipales en la comuna: Oscar Ugo, de ATE; Pablo Zuccolli, del SEMB; y Adrián Castaño, del STM. El viernes, se confirmó la noticia que el intendente Vicente Gatica no quería escuchar: los sindicatos de los empleados públicos se plegarán al paro de mañana convocado para el próximo martes por la Confederación General del Trabajo (CGT) y el camionero Hugo Moyano.
Gatica intentó hasta último momento desactivar una medida que en la práctica pudiera resultar anecdótica, ya que los gremios dejaron “a libre conciencia” de sus afiliados la posibilidad de adherir o no, pero que a nivel simbólico resultará significativa, porque será la primera vez desde el inicio de su gestión que el jefe comunal deba enfrentar un conflicto semejante.
En la última sesión ordinaria, el Concejo Deliberante debatió el último incremento salarial firmado por el mandatario para los empleados municipales. Se trató de un aumento del 3,5% para el mes de agosto, que en total sumó un 19,5% acumulado anual. El jueves, Gatica convocó a los gremialistas para reabrir la paritaria y actualizar ese porcentaje, teniendo en cuenta que el índice inflacionario lo había rezagado. Sin embargo, la decisión de adherir ya estaba tomada.
“Este es un paro también contra el municipio, porque el intendente tiene que tomar cartas en el asunto”, expresó Oscar Ugo, de ATE, en una entrevista con el programa radial El Megáfono (La Mega Bragado), haciendo referencia a que desde el Ministerio de Trabajo se resistían a homologar convenios laborales por encima de las estimaciones oficiales.
“El intendente tiene que interceder ante el Ministerio y se comprometió a hacerlo. La inflación está consumiendo el salario municipal. A principios de este año pensábamos que iba a estar entre el 28% y el 32% y nos quedamos cortos. Vamos a estar arriba del 40%”, agregó, aunque siempre dejando en claro que “el diálogo con la Municipalidad está abierto”.
Por su parte, Adrián Castaño, del Sindicato de Trabajadores Municipales (STM), insinuó que la adhesión a la decisión de la CGT y el moyanismo era un pedido de las bases y pidió a la comunidad que comprenda que el derecho a huelga “está reconocido constitucionalmente”. “Hemos decidido sumarnos al paro. Creemos que el trabajador municipal no es ajeno a esta situación y los dirigentes sindicales debemos estar a la altura de las circunstancias”, manifestó, en una entrevista con el telenoticiero CVN. Al mismo tiempo, se encargó de que quede al descubierto que los afiliados “tendrán libertad de acción” para adherirse o no.
Así las cosas, la confirmación de la medida de fuerza quedaría como una suerte de “pacto tácito de no agresión” entre las partes: por un lado, el paro resaltará en su plano simbólico, quedará como una nueva señal de alerta de parte de la clase sindical acerca de la disconformidad de las bases con respecto a las políticas económicas implementadas por el gobierno de Cambiemos, tanto a nivel provincial como nacional; por otro lado, en el terreno concreto, la administración pública no se verá mayormente afectada.
Publicado en semanario La Ciudad.