Pico votó en soledad su proyecto contra el nepotismo en la Municipalidad
Laura Pico consiguió anoche, en la tercera sesión del Concejo Deliberante de Bragado, involucrar a sus pares en un intenso debate, pero no logró, en cambio, el acompañamiento de ninguno de ellos a la hora de la votación. La edil radical llevó hasta la instancia de discusión en el recinto su proyecto de Ordenanza para eliminar la posibilidad de que los funcionarios con facultad de realizar nombramientos en cargos públicos pudieran designar a familiares en los puestos de gobiernos, pero sus intenciones se quedaron en la sala.
Todos los concejales que hicieron uso de la palabra reconocieron su esfuerzo militante y “su honestidad intelectual” a la hora de ejercer la defensa de su iniciativa. Sin embargo, sólo la acompañaron de la mano hasta la puerta: nadie se atrevió a seguirla hasta el final.
“¿Cómo hay otros municipios que pudieron avanzar? Quizás hoy este proyecto no prospere, pero va a ser puntapié, como ocurrió con la elección de delegados en las localidades rurales o la adhesión a la Ley de Transparencia (también de su autoría). Las ideas evolucionan”, se esperanzó desde su banca, aun a sabiendas de que era muy alta la probabilidad de quedar predicando en soledad.
No alcanzó para seducir a sus correligionarios de la bancada de Cambiemos la reivindicación a dos de sus “próceres” a nivel local, Ernesto Figueras y Orlando Costa, y sus gabinetes despojados de todo lazo de consanguinidad. “Tuvimos dos intendentes que fueron muy estrictos en la cuestión del no nombramiento de familiares, que incluso les costó el reproche de sus propios allegados”, rememoró.
El “proyecto Pico”, aunque la propia edil se ocupó de dejar en claro que no tenía destinatarios directos, apuntaba los dardos al corazón mismo del gabinete del intendente Vicente Gatica y los principales funcionarios alcanzados eran su hija, Natalia, secretaria de Desarrollo Social, y su yerno, Mauricio Tomasino, secretario de Gobierno. “Sabemos que hay dos funcionarios en cargos neurálgicos, pero estamos legislando hacia adelante. No es una ordenanza con nombre y apellido”, aseguró.
El bloque de Unidad Ciudadana no esquivó el debate en ningún momento, aunque procuró tomar la mayor cantidad de recaudos posibles a la hora de fundamentar su rechazo. Con la guardia en alto ante la posibilidad concreta de que desde el oficialismo le recordaran los tiempos recientes de la fórmula electoral “San Pedro-San Pedro” (Aldo, intendente; Ramiro, su hijo, concejal) en 2015, los ediles kirchneristas edificaron su descargo a partir de una supuesta contravención a la Ley Orgánica de las Municipalidades. “Nuestra Carta Orgánica establece que es potestad del intendente designar a sus funcionarios. Es lógico que un gobernante se rodee de las personas que considera idóneas, aun si éstas son familiares. Lo que llama la atención es cuando son muchos los funcionarios idóneos que a la vez son familiares”, expresó el presidente de la bancada, Fernando Maidana.
Desde su unibloque Frente Justicialista por Bragado, Emmanuel Aramendi reveló su verdad sin demasiados pudores. Según su mirada, la cuestión del parentesco entre los funcionarios aparecía como secundaria respecto a la idoneidad de los mismos. “Tenemos el ejemplo de municipios como Alberti, en donde hubo un trasvasamiento generacional de madre a su hijo (a Marta Médici la sucedió en el cargo de intendente Germán Lago, en 2015) y la gestión cumple con el principio de transparencia”, aseguró, antes de anticipar su negativa a la propuesta de Pico.
Del lado del oficialismo, Vicente Di Giorgio defendió la composición del gabinete de Gatica haciendo hincapié en que los concejales están obligados a regirse dentro de los parámetros de la ley provincial. “No dudo de Laura Pico, pero estamos obligados a seguir las cuestiones legales. Es el intendente el que tiene la potestad de designar a sus funcionarios, sean parientes o no, sobre todo tratándose de casos de pueblos pequeños como el nuestro, en los que no abundan los vecinos que quieran participar en política. En octubre fue plebiscitada su gestión y ya toda la comunidad sabía cómo estaba formado su gobierno”, señaló.
A esta altura, pocas dudas había de que la suerte del proyecto ya estaba echada. Entonces, Pico hizo un último intento de negociación: propuso que se constituyera el Concejo en comisión y se mostró dispuesta a eliminar el Artículo 6° de su iniciativa, el más tajante de todos, que obligaba al Departamento Ejecutivo a remover a los funcionarios de probada relación de parentesco con los mandatarios. Hasta ofreció la concesión de que la reglamentación entrara en vigencia a partir del 10 de diciembre de 2019, de tal manera que no se precipitara un abrupto desmantelamiento del equipo de gobierno comunal. No hubo caso.
Oscar Peracca, del Frente Renovador, fue el encargado de dar el tiro de gracia. “No acompañamos. El año pasado, todos recordarán que mi espacio presentó una lista para las PASO. Esa lista la encabezó mi padre (el ex futbolista Rubén Peracca). Perdimos la interna de 1País y lo que menos hicimos fue enojarnos con la gente. Al contrario, hemos aprendido de esa elección”, relató.
Finalmente, apenas tuvo la garantía de que nadie más que la propia autora estaría de acuerdo con el espíritu del proyecto, Marcelo Bondoni, del propio bloque oficialista, solicitó la votación nominal para dejar a Pico expuesta en su aislamiento. Fue un nuevo round en la interna de Cambiemos, que ni siquiera sería el último de la tardenoche del Concejo. A medida que el presidente del cuerpo, Aldo Expósito, pasaba lista y llamaba a cada uno de los ediles a pronunciarse sobre el expediente, las sospechas se confirmaron: el resultado final fue de 17 a 1 en favor de su rechazo.
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