Tras almorzar con Menéndez, el peronismo linqueño dejó abierta la puerta a una futura unidad
El peronismo de Lincoln parece querer despertar finalmente de la pesadilla interminable que aparenta ser el inicio de 2018. Ocurre que desde el brindis del primer día del año comenzaron para los principales exponentes locales del Partido Justicialista (PJ) sus horas más difíciles, y la sucesión de malas noticias no ha dejado de regalar dulces melodías para los oídos del intendente de Cambiemos, Salvador Serenal.
Primero fue la separación del bloque justicialista en el Concejo Deliberante, el 5 de enero, que terminó por ubicar a los ediles que responden al ex intendente del distrito, Jorge Abel Fernández, y a la ex candidata a presidir el PJ local, Mariela Roldán, en veredas enfrentadas. Luego, el 25 de enero, la detención del mismísimo ex jefe comunal, en el marco de una causa judicial por supuesta corrupción, cayó como una bomba en las unidades básicas linqueñas que todavía sigue aturdiendo a propios y envalentonando a extraños.
En medio de un escenario gobernado por la confusión, el sábado pasado, en Carlos Casares, se volvieron visibles los primeros indicios de que la historia podría cambiar en el futuro. La visita del presidente del PJ bonaerense, Gustavo Menéndez, congregó a prácticamente todos los referentes del peronismo de la Cuarta Sección Electoral, que fueron testigos de la asunción del intendente anfitrión, Walter Torchio, como presidente de la filial casarense del consejo partidario.
“Es importante unirnos para volver a ser imbatibles en las urnas. Cuando fuimos gobierno, dimos al pueblo sus horas más felices”, fueron las palabras de cierre del conductor del peronismo a nivel provincial, en un contundente llamado a los dirigentes de los diferentes distritos a limar asperezas para confluir en una oferta electoral competitiva para 2019. Casi a modo de respuesta a Menéndez, en el almuerzo posterior a la clausura del acto, los concejales linqueños que se habían separado en el amanecer del año, volvieron a reunirse en una mesa y dejaron entrever que el camino a la unidad para intentar derrotar en los próximos comicios al oficialismo será largo y sinuoso, pero no imposible de transitar.
En la foto protocolar de la previa al agasajo, se los puede ver juntos a los concejales del bloque PJ-Unidad Ciudadana Bernardo Baccello, Juan Pedro Pezzi y Martín Folcia; a la edil del unibloque PJ-FPV Mariela Roldán; y a los representantes de la conducción del PJ linqueño, Néstor Zanni (secretario de Adoctrinamiento) y Martín Pereyra (secretario de Acción Social). Junto con ellos se sentaron el secretario de Gobierno y Hacienda del municipio casarense, Marcelo Agradi; el secretario de Infraestructura y Obras Públicas, Daniel Stadnik; y el secretario de Finanzas e Ingresos Públicos, Christian Massone. No obstante, sí llamó la atención la ausencia de otra de las integrantes del bloque kirchnerista en el Concejo linqueño, Mercedes Ruffa.
“Rescato que no hubo condicionamientos y que después del fin de semana que pasó, la mirada estará puesta hacia adelante, con el propósito de discutir sobre los puntos que tenemos an común para reorganizarnos camino a 2019”, expresó a La Quarta Mariela Roldán, consultada sobre el saldo del encuentro. Similares fueron las conclusiones del presidente del bloque PJ-Unidad Ciudadana, Bernardo Baccello, a la hora reflexionar sobre la jornada de Carlos Casares.
“El mensaje de Menendez fue de unidad. Coincido fuertemente en que los peronistas debemos entender que nuestro adversario no son los propios compañeros y que debemos trabajar para construir una opción con el fin de combatir a las políticas excluyentes del gobierno de Cambiemos. Ese es nuestro verdadero adversario”, señaló Baccello, en comunicación con este medio. Aunque lejos todavía de plasmarse en la unidad concreta, los primeros gestos de acercamiento ya pasaron a formar parte del plano de la realidad.