Conmoción en Junín por el crimen de una niña de 11 años
La calma dominguera de la ciudad de Junín se destruyó completamente ayer por la tarde, con la noticia del asesinato de Camila Borda, una niña de 11 años que resultó brutalmente asesinada, en una vivienda del barrio Ricardo Rojas. La pequeña había desaparecido cerca del mediodía, cuando salió en su bicicleta a hacer un mandado, y encontrada horas más tarde, en el baño de la planta alta de la casa, sin vida y con señales de haber sido brutalmente agredida.
La revelación del escalofriante hecho desató la indignación de los vecinos de la zona y la detención de un único sospechoso: un cuidador de una finca llamado José Carlos Varela, quien según el fiscal que lleva adelante el caso, Sergio Terrón, habría sido el autor del femicidio de la niña y se encamina a recibir una “condena ejemplificadora” de parte de la Justicia.
“Queremos poner en conocimiento a la comunidad por intermedio de ustedes que ha ocurrido un hecho verdaderamente aberrante, en el cual una menor que se ausentó de su domicilio en horas del mediodía a hacer un mandado, aparentemente fue interceptada por una persona de sexo masculino, mayor de edad, quien la condujo hasta el interior de una quinta a escasos metros de su vivienda, lugar en el que le quitó la vida”, relató el fiscal, ayer en conferencia de prensa.
“Efectivos policiales que estaban abocados a la tarea de búsqueda de la niña, en momentos de requisar la vivienda y pese a la negativa del morador, pudieron acceder al baño de la misma y se encontraron con la niña fallecida en el interior del baño. Automáticamente, como corresponde, se dio la voz de alto, se lo detuvo y se lo redujo”, precisó Terrón.
Con respecto los incidentes registrados en las inmediaciones del lugar del crimen, el funcionario judicial aseguró que “comprende la indignación” de la ciudadanía, pero pidió “dejar trabajar tranquila” a la Justicia para llegar a “una condena ejemplificadora”, que se encamina hacia “la prisión perpetua”.
Desde el municipio, por su parte, aseguraron que se está prestando asistencia emocional a la familia de la pequeña asesinada, como ocurre cada vez que tiene lugar un hecho traumático en la comunidad. “Nuestro trabajo es el mismo que en casos de estos características. Un acompañanto emocional a la familia y también asesoramiento legal, pero esto es secundario. Tratamos de ser respetuosos con los allegados de la víctima”, afirmó el responsable del área de Protección Ciudadana del municipio, Jonatan Guitart, en entrevista con la emisora local LT20.
Desde la comunidad política local también hubo dirigentes que expresaron su indignación por el episodio. La concejal de Unidad Ciudadana, Olga Prieto, reconocida activista por los Derechos Humanos, escribió en su cuenta de Facebook: “Indignación y dolor espontáneo en Junín por el femicidio de una niña: ¡Se va a acabar se va a acabar esa costumbre de matar!”.