La oposición le advirtió a Serenal que el Carnaval 2018 pasó “sin pena ni gloria”
Precios desmedidos, exceso de policías y hasta “clima de tristeza” fueron apenas algunas de las frases más repetidas en las redes sociales, a medida que pasaban las noches del Carnaval Artesanal de Lincoln en su versión 2018. Ocurre que a pesar de que el intendente Salvador Serenal definió públicamente como “un éxito” a la reciente edición de la tradicional fiesta popular, en las primeras horas del “día después” de su finalización, para otros referentes políticos del distrito linqueño, tanto de la oposición como también del oficialismo, la realidad fue completamente diferente.
Una de las voces que “se le plantó” al discurso serenalista fue la del presidente del bloque de Unidad Ciudadana en el Concejo Deliberante, Bernardo Baccello, quien en comunicación con La Quarta aseguró que el de este año pasará a la historia como “el carnaval de las tribunas vacías”. “Es muy irresponsable decir que este carnaval fue un éxito. Creemos que no fue así. Fue una edición que pasó sin pena ni gloria, que no quedará en el recuerdo de nadie, o sí, pero en todo caso será recordado como el carnaval de los precios antipopulares y las tribunas vacías”, expresó el joven edil.
“De las ocho noches, apenas una, la del primer sábado de febrero, tuvo un nivel de concurrencia acorde al de años anteriores. Para definir si fue un éxito hay que preguntarnos si tuvimos la cantidad de gente que esperábamos y si la actividad de las cantinas fue la que se estimaba”, argumentó.
Por otro lado, Baccello advirtió que los magros resultados que a primera vista obtuvo la comisión organizadora deberán ser tema de debate en el Concejo Deliberante, ni bien se retome la actividad en las sesiones ordinarias, a partir del 1° de abril. “Hay varias cosas para analizar en el Concejo. Uno de los problemas que hubo fue el de los proveedores únicos autorizados por la Municipalidad para abastecer a las cantinas, porque tenemos entendido que los precios no eran los mejores. Hemos hablado con las diferentes instituciones que tuvieron sus puestos de comida y todas coincidieron en que los precios que ofrecían esos proveedores eran demasiado altos. Esto evidentemente tuvo que ver con el hecho de que una parte de las ventas la iba a recaudar la Municipalidad. Pero al final de cuentas, todas estas decisiones que se tomaron le hicieron daño al Carnaval”, sostuvo el edil, cercano al ex intendente peronista Jorge Fernández.
El dirigente de la Coalición Cívica, Gerardo González, coincidió por su parte con el diagnóstico de Baccello, aunque aclaró que, en realidad, la decadencia del caranval linqueño comenzó incluso durante la administración de Fernández. “El Carnaval se viene alejando de la comunidad ya desde la gestión anterior, con comisiones que no respondían en su momento ni al pueblo, ni a los protagonistas de la fiesta, ni a las instituciones locales, sino simplemente no a la voluntad arbitraria del intendente”, disparó, en diálogo con este medio. “Viene siendo un fracaso desde hace años. Serenal no ha girado el timón”, insistió el ex candidato a concejal, que en las últimas Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) enfrentó a la lista apadrianda por el actual jefe comunal de Cambiemos.
Además, González cuestionó el hecho de que, bajo el esquema actual, la recaudación sólo favorece a “unos pocos particulares”, mientras que las instituciones que cumplen un rol central en el festival son las principales perjudicadas. “Este año hubo 70 puestos de comida. Sólo el 30% de ellos pertenecieron a nuestras instituciones. ¿Cual es el negocio del pueblo en poner $ 25 millones de su Presupuesto para financiar el déficit de la Comisión de Carnaval mientras la renta se la llevan algunos particulares entre los cuales hay muchos que ni siquiera son de Lincoln?”, se interrogó el dirigente.
También se mostró disgustada con la edición 2018 de la fiesta carnavalesca la concejal justicialista Mariela Roldán, y apuntó directamente contra el presidente de la Comisión, Mario Tarelli, por las fallas reportadas tanto en el plano de la organización del espectáculo como a nivel seguridad. “Fue un Carnaval decepcionante y la responsabilidad hay que buscarla en primer término en la cabeza de la Comisión. Es evidente que no se estuvo a la altura”, lamentó Roldán, en diálogo con La Quarta. “Los cambios que se propusieron no dieron los resultados esperados, tanto en lo que tiene que ver con las cantinas (bajo nivel de ventas), las tribunas (escasa concurrencia) y el recorrido”, agregó la representante del bloque PJ-Frente para la Victoria en el órgano deliberativo de la comuna linqueña.
Por último, Roldán también puso la lupa en el imponente operativo de seguridad desplegado para custodiar el evento, y mencionó que a pesar de que hubo presencia tanto de efectivos de la Policía Federal como de la Policía bonaerense y de seguridad privada, se denunciaron varios casos de robos y hasta episodios de abuso de autoridad. “En materia de seguridad también hubo un manejo irresponsable. Hubo un hecho de represión que fue de público conocimiento en la noche inicial (una mujer que denunció haber sido golpeada por los agentes), casos de arrebatos y robos de celulares que fueron difundidos por los vecinos a través de las redes y hasta el robo e incendio de un vehículo”, recordó la edil. “Precios caros, tribunas vacías y pocas ideas para corregir los errores que se hicieron evidentes desde el primer momento son las razones que explican que hayamos tenido un carnaval tan triste”, remató.