Salazar aclaró que su cargo es de planta permanente y denunció que su despido es “arbitrario y violento”
Tal como se había anunciado, el ex candidato a concejal de Lincoln por 1País, Walter Salazar, salió hoy a dar su versión en conferencia de prensa, tras la polémica desatada por la decisión del gobierno del intendente Salvador Serenal de desplazarlo como médico de la planta municipal. El profesional habló esta mañana frente a los medios linqueños, en el patio cívico de la Municipalidad, y denunció al jefe comunal por “violación de las normas y de los derechos de los trabajadores”.
El escándalo empezó con la publicación del caso en la cuenta de Facebook de la hija de Salazar, el domingo 29, en donde afirmó que su padre había sido desplazado como médico de planta permanente, después de 20 años de servicio, y ligaba a la resolución directamente con su participación en las últimas elecciones legislativas, como candidato opositor a la administración de Serenal (Cambiemos).
El pasado lunes 30, La Quarta confirmó los hechos con fuentes próximas a Salazar y desde su entorno confiaron que se trataba de un “despido encubierto”, porque a cambio de la baja le ofrecían un contrato para cumplir guardias en el Hospital Municipal Rubén Miravalle, hasta el 31 de diciembre, lo que significaría la pérdida de sus derechos como miembro de la planta estable.
“Esta conferencia la ideé desde lo personal para explicar a la comunidad lo que está sucediendo. Yo ingresé a trabajar en la Municipalidad de Lincoln en 1995, a prestar servicios a la Guardia del Hospital Municipal, hasta que en 1997 me proponen ir a trabajar a la unidad sanitaria de El Triunfo. Estuve trabajando allí durante 17 años, buena parte de ese tiempo como único médico de la comunidad”, comenzó Salazar esta mañana, frente a los medios linqueños presentes.
Luego de la salida a la luz pública del episodio, el diario local La Posta difundió parte del Decreto N° 4.961/14, del 15 de septiembre de 2014, en el que a Salazar se lo daba de baja como “director interino de la unidad sanitaria de la localidad de El Triunfo” y, al mismo tiempo, se lo nombraba “director de la dirección de Actividad para la Salud Física en la planta política”, a partir de lo cual el gobierno comunal actual buscó demostrar que en realidad el médico no integraba la planta permanente y, aún más, que su pertenencia a la “planta política” había sido decidida durante la gestión del ex intendente Jorge Abel Fernández.
“En 2014, el entonces intendente Fernández me convocó para impulsar un proyecto para crear la Dirección de Actividad Física para Salud. Así la denominé yo personalmente, porque le había comentado tiempo antes sobre las dificultades que había en los clubes locales para hacer un seguimiento y una evaluación física de los jugadores. Yo conocía esa realidad por mi trabajo en la institución El Linqueño”, aclaró Salazar.
“El intendente Fernández resolvió crear mediante un decreto el área mencionada y nombrarme a mí como su encargado. Desde ya, para poder asumir esa función, tuve que dejar de prestar servicio en El Triunfo, porque había una incompatibilidad de cargos”, continuó.
E, inmediatamente, se lanzó a despejar dudas sobre la modalidad de su vínculo laboral con la Municipalidad. “Lo que tiene que quedar en claro, es que soy un médico de planta permanente, con una carga horaria semanal de 36 horas, desde el año 1997, cuando nombraron director interino de El Triunfo. Por una decisión arbitraria y violenta, el intendente decidió dejarme cesante en mi cargo. Aquí no está en discusión si Serenal tiene la autoridad para tomar la decisión que tomó o no. Si el intendente decide que haya otro funcionario a cargo de la Dirección de Actividad Física para la Salud, no hay ningún problema, yo puedo regresar a prestar servicios a El Triunfo”, insistió Salazar.
Y agregó: “Lo que es grave es que el municipio pretende negar mi pasado como profesional con 23 años de trabajo en la salud pública de Lincoln. Y se lo niega ofreciéndome, a cambio, continuar con mis funciones bajo un contrato de 24 horas semanales en el Hospital, hasta el 31 de diciembre, con lo cual está claro que se trata de un despido encubierto”. “El intendente Serenal se considera con las manos libre para hacer lo que se le ocurra. Lamento tener que salir a denunciar esto, pero son situaciones que irritan a cualquier trabajador que se siente usado y manipulado“, resaltó.
Por último, Salazar confirmó que intentó un acercamiento de las partes para resolver el conflicto, pero que desde el municipio no obtuvo respuesta. “Hemos agotado todas las instancias para resolver el caso por la vía del diálogo. Enviamos una carta documento pidiendo un informe sobre mi situación laboral. Han transcurrido cinco días sin respuesta, por lo que mis asesores legales darán inicio al camino legal formal. Es un hecho muy triste”, remató.
Carpa sanitaria
Luego de la conferencia de prensa, Salazar anunció que en caso de que se le impida el ingreso al hospital municipal, colocará una carpa sanitaria en la vía pública para seguir cumpliendo con su tarea. “Voy a seguir trabajando en la salud pública. Si me niegan la entrada al hospital, voy a poner una carpa en esta misma plaza y atender en mi horario de trabajo habitual. Continuaré haciendo lo que sé hacer”, adelantó el médico deportólogo en diálogo con el periodista local Carlos Cifaldi (Somos Lincoln).
Por último, admitió que su despido podría resultar aleccionador para aquellos empleados municipales que piensen involucrarse en la política desde la oposición. “Esta decisión es producto de la intolerancia del intendente. La comunidad no lo votó para este tipo de cosas. Esto busca ser una medida ejemplificadora que aleja a la gente de la política”, finalizó.