Carnaghi organizará un acto para celebrar el Día del Militante
El flamante concejal de Chacabuco por Unidad Ciudadana, Martín Carnaghi, confirmó que prepara un acto para conmemorar el Día del Militante, el próximo viernes 17. El nuevo edil kirchnerista convocó a la jornada durante un encuentro de simpatizantes realizado el sábado pasado en la sede de Unidad Ciudadana, en la calle 25 de Mayo, y señaló que el acto se llevará a cabo en el mismo lugar.
“Estamos concentrados en hacer nuestro aporte para garantizar la conducción de Cristina, que sigue siendo la dirigente que tiene el reconocimiento y el afecto popular. Por eso el próximo 17 de noviembre todos los peronistas y los militantes del campo popular nos vamos a encontrar en esta sede, para decirle a los chacabuquenses que estamos unidos en la construcción de una oposición con coraje, convicciones e ideas”, expresó Carnaghi, según publicó el diario local Cuatro Palabras.
¿Por qué el Día del Militante?
El 17 de noviembre es otra de las fechas claves de la simbología peronista. Aquel día, de 1972, Juan Domingo Perón volvía a pisar finalmente suelo argentino después de su largo exilio, tras el Golpe de Estado que lo derrocó en 1955. Aquella jornada, sin embargo, no fue el regreso definitivo del líder de masas, pero sí significó una señal inequívoca para el gobierno de facto del general Alejandro Lanusse de que las condiciones habían cambiado en el país y que ya nada podría hacer para mantener a Perón al margen de la vida política argentina.
El 17 de noviembre de 1972 fue también la fecha en la que se inmortalizó una de las imágenes simbólicamente más fuertes de la última etapa de Perón como conductor del movimiento justicialista: en la foto tras su aterrizaje aparecen los personajes que poco después se batirían en una interna encarnizada la hegemonía dentro del peronismo. A la derecha del líder, que levanta los brazos en señal de triunfo, se encontraban Jorge Osinde -hombre fuerte de la Triple A y más tarde el instigador de la Masacre de Ezeiza- y, más atrás, casi oculto, el entonces secretario privado de Perón, José López Rega, quien tras la muerte del Presidente emergería como la figura más siniestra y preponderante del gobierno de María Estela Martínez de Perón.
Junto con Perón, el leal secretario general de la CGT, José Rucci, lo protege de la lluvia sosteniendo un paraguas sobre su cabeza, y a su izquierda, el secretario general del Movimiento Peronista, Juan Manuel Abal Medina, posa ante la cámara con un gesto reflexivo, como anticipándose a los tiempos turbulentos que estaban por venir.