El desconcierto del peronismo: la clave de un nuevo triunfo de Aiola
El oficialismo de Chacabuco logró imponerse anoche en las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), gracias al triunfo del primer precandidato a concejal, Rodolfo “Loli” Serritella, que aseguró un importante respaldo en las urnas a la gestión del intendente Víctor Aiola.
Desde Cambiemos calculaban que el importante impulso generado por obras públicas en las localidades -por ejemplo, la extensión en la red de cloacas, agua y gas en Rawson-, sumado al aporte del gobierno nacional en el desarrollo de infraestructura en la zona -la obra de la Ruta N°7, por ejemplo- había preparado el terreno al candidato del oficialismo para alzarse con un contundente triunfo electoral, por sobre sus principales competidores, Andrés Merlo (Cumplir), Martín Carnaghi (Unidad Ciudadana) y Hugo Moro (1País).
Pero desde el entorno político del intendente Aiola adviertían también la presencia de otro factor, que se intuía podía ser determinante: la disgregación del peronismo local. “Vamos a andar por los 15.000 votos sobre 30.000 válidos. El PJ está dividido. Creemos que Merlo (Cumplir, alineado a nivel nacional con Florencio Randazzo) puede sacar unos 7.000 votos y Carnaghi (Unidad Ciudadana, que acompaña la candidatura a senadora nacional de la ex Presidenta Cristina Fernández de Kirchner) alrededor de 4.000”, había estimado en diálogo con La Quarta una fuente cercana al gobierno comunal.
Ocurre que el estallido de la interna peronista chacabuquense había causado sorpresa incluso en las propias filas del oficialismo, cuando restaban pocas horas para el inicio de los comicios. Los resquemores al interior del PJ luego del cierre de listas, que dejó a varios dirigentes de peso fuera de los lugares protagónicos, parecen haber despertado deseos de desquite entre quienes resultaron desfavorecidos en el reparto de lugares, principalmente los ex intendentes de la ciudad, Julián Domínguez y Mauricio Barrientos.
En Chacabuco aseguran que, horas antes de que se habilitaran las urnas, militantes que responden al sector del ex presidente de la Cámara de Diputados de la Nación -Domínguez- estuvieron repartiendo la boleta de la ex Presidenta y precandidata a senadora de la Nación por Unidad Ciudadana Cristina Fernández de Kirchner a nivel nacional, a pesar de haber participado en el armado del frente Cumplir, liderado por Florencio Randazzo, durante el camino a las PASO.
La maniobra también encendió las alarmas del bunker del precandidato a concejal del kirchnerismo, Martín Carnaghi, quien resultó directamente perjudicado ya que el reparto de la papeleta mostraba el rostro de la ex jefa del Estado Nacional, pero en el plano local aparecían las caras de los aspirantes randazzistas. “Todo el Partido Justicialista (PJ) está laburando el corte con cristina El PJ de dominguez corta a randazzo. Hay PJ que vota Cristina con lista local”, había anticipado la misma fuente a este medio, durante la veda electoral.
Pero en la escena también jugó un papel clave en la confusión peronista otro de los personajes de relieve en justicialismo tanto a nivel local como provincial: el también ex intendente chacabuquense Darío Golía. Si bien días antes de los comicios había lamentado, en una entrevista concedida al diario local Cuatro Palabras, la falta de una propuesta peronista unificada -ver “La sociedad necesitaba un peronismo unificado”, en diario Cuatro Palabras, 11 de agosto-, desde el momento previo al inicio de la campaña había anticipado que no jugaría dentro del randazzismo ni enfrentaría a Cristina, por lo que dejaría a sus militantes con libertad de acción para votar.
No obstante, en los rincones de la política de Chacabuco también retumbó con fuerza que las energías del sector de Golía estuvieron puestas en debilitar al peronismo tradicional para favorecer al cristinismo, a través del corte de boleta en favor de uno de los precandidatos a concejal por el frente 1País (massismo), Hugo Moro. “Golía, del PJ, que no juega esta laburando (el corte) Cristina con Moro (Frente Renovador)”, insistió la misma fuente antes mencionada a La Quarta.
El propio Moro se había mostrado esperanzado días atrás con un empujón de alguna de las ramas pejotistas para superar la interna massista -y a su principal contendiente, el periodista Hugo Gargaglione-. En cualquiera de los casos, el cocktail terminó por ser explosivo para el peronismo en la víspera electoral y sirvió en bandeja la victoria al intendente Aiola.