Aiola quiere cambios, pero el “mercado de pases” por ahora le resulta esquivo
La reelección que logró el pasado domingo 27 de octubre dio al intendente de Chacabuco, Víctor Aiola, una importante inyección de energía para encarar su segunda gestión. Sin embargo, la bocanada de aire fresco, que el jefe comunal pretende trasladar a su gabinete, todavía no llega, pese a las gestiones del equipo municipal por acercar caras nuevas a la estructura del oficialismo.
Hasta el momento, la única incorporación concreta sería la de Gustavo Ventimiglia a la Dirección de Cultura, lo que confirmaría el desembarco del peronismo en la gestión, uno de los primeros gestos políticos fuertes del mandatario de Juntos por el Cambio, luego de su triunfo en las elecciones.
“El resto, sólo trascendidos”, admitieron a La Quarta fuentes de la comuna, que reconocieron que el mandamás radical padece el mismo problema que sus pares en los municipios. “Los buenos profesionales difícilmente decidan salir del ámbito privado para exponerse en la Municipalidad”, aseguraron.
Las confirmaciones estarían, por otra parte, en las “salidas obligadas”. Laura Marchesse, su jefa de Gabinete, asumirá su banca como concejal, y ocupa además el primer lugar en la línea sucesoria del intendente. El secretario de Seguridad, Darío Ciminelli, también podría cambiar de oficina, aunque su continuidad en el equipo de Aiola estaría garantizada.
También estarían pendientes de definición el futuro de las secretarías de Obras Públicas, a cargo de Osmar Echeverría, y Servicios, al mando de Mario Ferraresi, así como la Dirección de Juventud, todavía en manos de Leticia Golía. No obstante, lo único concreto para Aiola, al menos hasta hoy, es un “mercado de pases” que lejos está de sonreírle, con la cuenta regresiva al 10 de diciembre avanzando sin cesar.